jueves, 21 de mayo de 2009


Habrá que resignarse a ser pregunta...
arremangarse los pies,
seguir andando,
con un golpe de sismo por la espalda
sin cimientos
ni contemplaciones
habrá que acostumbrarse sin respuesta
morir en una historia y otra historia
salir de una historia,
entrar en otra historia,
salir y entrar pateando las preguntas
por los caños de la piel
hasta los huesos
y andar
humano no más
apuntalando luchas
controlando el pulso de la tierra
mirarse escombro en el mapa de los sueños...

Posted by Esto que acaba de leer, lo afirmo como que me llamo Lucila en 22:06
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sábado, 18 de abril de 2009



Un enemigo de Kafka dice que es difícil ser poetizoñador,

que es extremadamente peligroso, andar....
digamos, mostrando “las costillas” por la calle...
o en un libro, entregar tu cuerpo de estrellas al gentío,
(hablando cómo si el no perteneciera al pragmatismo leve de este mundo),

pero yo le diría que no... que, ¡no es difícil!, más jodido es ser acróbata o albañil!
Es decir, no es difícil escribir, lo difícil es no caerse para arriba, (o para abajo).
Por ejemplo, llegar en pedo a la obra, revocar con un pie afuera del andamio...
haciendo equilibrio, y un día, ¡olvidarse y apoyarse con los dos zapatos en el aire!

Ése es el verdadero peligro poético;
Esto está claro, porque no nos quedan los poemas siquiera, los poemas se viven, (para hacer un análisis en la clave de la situación: los poemas se andamiean).
Se escribe lo que se vive. Por eso no es difícil ser poeta.

O, dicho de otra manera:
lo más misterioso y lo que lo fortalece al poeta-andamiero ¡es que nunca decaiga ni caiga!

Un amigo de Kafka I
Deténgannos, pedimos, cuando deseamos caer.
Esas son sólo frases, ecos lejanos de aquello
que nunca llegaremos a contar (nunca vamos a caer).

(Piedad! Piedad a nuestros ojos, ¡que no pueden mirarse a ellos mismos! ¡Piedad por lo que no puede contemplarse!) le gritó desde el andamio el poeta.


Posted by Esto que acaba de leer, lo afirmo como que me llamo Lucila en 23:38
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domingo, 12 de abril de 2009




Solicitud de desamparo:

habiendo reunido cada requisito en mis veinte y tres (23), residiendo estable,
llegada a esta instancia (este día domingo, seis de la mañana)
con un sol certero que me ha clavado la vista, justo en la parada de colectivos,
solicito a ustedes innovar, casi

digamos, formalmente,
una firma apenas, que me de permiso a unas cuantas lunas.
Hace rato que siento que me está faltando la sangre en la sangre,
y me he permitido tramitar un viaje hasta mis regiones, las más abisales.
Por sí me demoro (por si tarda el lago en recuperarme) con imagen clara,
tengan comprobante de que fué a pedido, y no sientan pena de cubrir vacante.
Adjunto las copias de certificados de buena salud y de buena conducta, los estudios hechos no me han detectado amor mal curado ni delito alguno, no hay precedente en la justicia,
(como sí el fuego)
Sin más (sin quedar a espera y por triplicado)
saludo señores

señores

señores.



Posted by Esto que acaba de leer, lo afirmo como que me llamo Lucila en 20:26
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