La agridulce tragicomedia
de la vida on line,
evidencia incólume
de nuestra complicidad con lo humano,
(que no con los humanos)
con un apagón eléctrico
de golpe se terminó.
Y me encuentro ahora, sola
viendo mi pantalla obscura
y espero
porque sé que éste él mundo virtual pronto regresará
pues el mundo real, sin el virtual, colapsaría,
sí,
colapsaría
Y eso no es productivo ni al capital
ni al deseo,
y por eso
bueno,
por eso espero...
martes, 24 de febrero de 2009
Posted by Esto que acaba de leer, lo afirmo como que
me llamo Lucila
en
20:34
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Bendito seas tú,
Bitácoras
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