sábado, 14 de marzo de 2009



Adoran la perspectiva de la vitrina.
Hablan de la eminencia del debate de los debates sobre qué es lo que está bien y qué es lo que está mal,
línea A. Retiro, Constitución, Banfield,
acuestan la cabeza sobre, camas-edificios-lámparas-bares-escritorios-alfombras-escalones-porteros -barrios. A causa de tan presuntuoso, sesudo pensamiento sobre lo que vendrá, no se saludan ni reconocen en reuniones de trabajo, ni en hoteles, ni en coctels de despedida. Se inadvierten con alevosía, panderetas, rock and roll y fiebre. Se persignan frente al espejo en sus santuarios del asfalto. Sobrevuelan la semaforología, pican y chupan hacia atrás el veneno como mirando con nostalgía el ¿pasado?... que ya no lo es, ni en el Tortoni, ni en la biblioteca del Congreso, ni en tu casa. Se indigestan y contagian simpatía, nativa, los pequeños usos y transfusiones del poema del horror, del error urbano. Son los decadentes que chupan del cuerpo extenuado de la poesía, hasta matarlo. Y a pesar de la decadencia, un tanto incierta, y de la des encia, de los tratos ya no desencadentes, polvorientos, yo me pregunto, (si es que tendrían que existir) ¿ cuáles son tus nuevos "tangos" ? , ¿ quienes ocupan su lugar ?
repito,
si es que en realidad se esfuman y tienen que exisitir.
Desafiantes, por ser nuevos, desesperanzados pero esperanzados, por ser disyuntivos, y...

y...

(bueno, no quería decir "malevos")






Posted by Esto que acaba de leer, lo afirmo como que me llamo Lucila en 20:14
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4 comentarios  

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