martes, 18 de agosto de 2009



El cabezón vuela buscando a Dios
en la whiskería.
Él va revoleando botellas
a la deriva
y mensajes 'teocráticos'.
Corre a aferrarse
no es real, es de piedra
mira las calles
y todavía hay huellas de carreta,
los paraguas no son del veinticinco
vienen de Taiwán.
El Japo cae señalado
por una bala que no eligió
y sus amigos viajan en un mundo celeste
dejando atrás una ruta de líneas blancas
custodiando las noches
entre lunas de mares calmos.
Las sirenas dan concierto
en “si señor” sostenido
y los niños bajan al mundo
en la garúa de un bautismo.
El barro con sus dientes de acero
destroza las zapatillas marca bandera
y plantillas de diario.
La madrugada le suspira
el dedo gordo,
el de proa, vio.
Ese que un día se perdió en la tormenta
cuando las estrellas dejaron de brillar,
el mismo en que el mono
salió del agua para convertirse en hombre.
¡Ah! Y los que bajaron del cielo también.
Y así transitaron juntos desde el lunes
al picadito del domingo.

Posted by Esto que acaba de leer, lo afirmo como que me llamo Lucila en 23:27
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2 comentarios:

Julián dijo...

Linda fantasía otoño-invierno `09. Me gustó ese título jugando con la ortografía. Ese 25 ¿no será el que va de Saénz Peña a La Boca,no?

Celebro la vuelta del querido blog.

Abrazo

PD: La verificación de palabra ahuyenta a los mensajes de cadena o los que te quieren meter virus, pero que ejercicio complicado para los que no vemos un soto... (Esto lo escribo después de 2 fallidos envíos)

Infinitonada dijo...

Hermoso

::::::::::::: todas las Bitácoras anteriores :::::::::::::

 
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